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Está la cosa tan mal pá encontrar una mujer decentica...

Visto y oído en la línea 44 (lunes 19 enero). Conversación entre dos mujeres.

"-Pues mi Jose ya está mejor. Ahí a mi casa se ha venido y trabajando en lo suyo. Pobre hijo, es que me acuerdo y se me encoge el alma.
-Hace ya dos años,¿no?
-Sí. Pero él está trabajando mucho y parece que va mejor. Claro, si es que el que es bueno...Que mal lo pasamos, no se lo deseo a nadie. Lo que esa le hizo no tiene nombre.
-¿Está junto con alguna ya?
.No. Yo se lo digo, pero es que está la cosa tan mal pá encontrar una mujer decentica en estos tiempos...Se han subido tanto a la parra que no quieren nada más que derechos, derechos, derechos...y ninguna obligación. Anda... si saben mucho.
Y los pobres de los maridos todo el día trabajando y encima cuando llegan a la casa los ponen a hacer lo que ellas tendrían que hacer en vez de andar todo el día por ahí...
Y claro, se casan y luego se separan y los dejan a ellos desplumados. Se lo quitan todo: la casa, el coche, los hijos, el dinero...todo en lo que han estado trabajando toda su vida y encima no pueden ni replicar. Claro, así están las mujeres, que se creen las reinas del mambo. Dios quiera que mi Jose encuentre a alguna decentica y no como la que tenía antes, que vaya pieza era".




Entrevista a Georgina Cisquella en el Ucam MediaLab




Georgina Cisquella responde a las principales preguntas sobre periodismo ciudadano, televisión y publicidad

El hollín de la cocina

Desayunar acompañado de cuatro sonrisas no está nada mal. Un sofá de dos personas con cinco embatadas con calcetines por encima de los pantalones tampoco. Hacer porras sobre cuántas serán las veces en que un presentador se equivocará en la misma frase es divertido si lo haces con otras cuatro des-oficiadas. Una cervecita a media tarde con la que inexplicablemente conoces detalles íntimos es agradable y aprieta aún más el lazo. Esconderle al portero (en nuestra casa) los adornos navideños puede dar para horas y horas de risas. Fantasear sobre en qué lugar estaremos dentro de un tiempo te llena de ilusión. La despedida te llena de tristeza, pero también de felicidad por tres de esas sonrisas que empiezan nuevos caminos. Sólo queda desear suerte y que esos caminos se crucen pronto.

Entrevista a Javier Cañada en el Ucam MediaLab 2008




El sonido ambiente es muy alto. Error de cálculo.